La estrella televisiva ucraniana que ahora envía drones al frente: “Estamos en una guerra total”

La estrella televisiva ucraniana que ahora envía drones al frente: “Estamos en una guerra total”

En 1940, se hizo una colecta pública entre el pueblo británico para recaudar dinero con el que impulsar la producción del caza monoplaza Spitfire. La gente no solo aportó 13 millones de libras, sino que entregó miles de utensilios de cocina, como cucharas o cacerolas, para fundirlos y poder usar el metal en el fuselaje. Se produjeron más de 2.500 de estas aeronaves, que ayudaron a mantener a raya a la temible Luftwaffe, la Fuerza Aérea de Hitler. El Spitfire se convertiría en un icono de la II Guerra Mundial. 

82 años después, otra guerra en Europa ha vuelto a promover colectas ciudadanas para ayudar en los esfuerzos bélicos, esta vez de Ucrania contra Rusia. “Yo he recaudado dinero para enviar un dron a mi sobrino, que está en las trincheras del Donbás”, le cuenta a este diario Vladislava, una profesora de Kiev. Algunos han tratado de canalizar y sistematizar ese esfuerzo colectivo.

Serhiy Prytula era, antes de la invasión, una superestrella televisiva, de las caras más conocidas del país. Desde que comenzó la guerra, este hombre de 43 años se dedica a recaudar dinero entre las grandes empresas y donantes particulares para enviar material a los soldados en el frente. Aprovecha sus contactos, su fama y sus más de tres millones de seguidores en redes sociales para promover las colectas. La organización asegura haber superado ya los 200 millones de euros en donaciones

Atienden a las peticiones de los soldados en el frente. “Todas las unidades del Ejército saben cómo contactar con nosotros”, dice Prytula. “Centenares de hombres tienen mi teléfono. Los que conocí al principio de la guerra, cuando eran comandantes de unidades pequeñas, ahora comandan brigadas (unos 2.000 soldados)”. 

Antenas de Starlink y drones

Lo que en la guerra mundial eran aviones de combate ahora son, sobre todo, drones de ataque y de espionaje y sistemas de comunicaciones. La Fundación Prytula consiguió recaudar varios millones de euros para comprar aeronaves no tripuladas turcas de combate Bayraktar, que fueron clave sobre todo en los primeros compases de la guerra. Eran tan populares que se les compuso una canción muy conocida ahora en el país.

Lo más popular en este momento son los drones con pilotaje de visión remota (First-person view o FPVs) que utilizan una cámara a bordo que envía imágenes de vídeo en directo a unas gafas, al teléfono móvil o a una tableta. 

SERHIY PRYTULA con soldados ucranianos

SERHIY PRYTULA con soldados ucranianos / Fundación Prytula

En el almacén de la sede de la Fundación en Kiev, dos hombres se afanan en organizar las pilas de cajas. Se trata, sobre todo, de cajas blancas de antenas de Starlink, el servicio de Internet vía satélite, o de distintos tipos de drones comerciales. No hay armamento pesado, sino que son todos complementos para la guerra moderna. 

Únicamente la lectura de las direcciones de envío ya pone los pelos de punta: los paquetes se dirigen a las ciudades más calientes del frente. Destaca una, Pokrovsk, que el Ejército de Vladímir Putin lleva intentando tomar desde antes del verano, a un coste de miles, quizá decenas de miles de hombres muertos.  

Coordinado con el Ejército

La fundación tiene ahora a un equipo de más de 100 personas trabajando a tiempo completo: unos están en las oficinas centrales de Kiev o en Leópolis, ciudades relativamente seguras donde se almacenan los materiales. Otras, son los “repartidores”, que van a la línea del frente a entregar los paquetes. Una suerte de  “Amazon” de la guerra. También recopilan información de las necesidades de los soldados.

“No competimos con el Ejército, lo completamos y nos coordinamos. Estamos en una guerra total. Nosotros somos ágiles. No perdemos tiempo: tomamos la decisión de enviar un nuevo material en un minuto y lo mandamos al día siguiente", dice Prytula. Enseña un vídeo en su móvil. Se ve cómo uno de los drones que ha enviado acaba aparentemente con la vida de un soldado enemigo. "Ha aprendido a ser un ruso bueno", se mofa.

El presentador reconvertido habla con dureza. Clama contra los países que arrastran los pies en el envío de material militar. “Hemos esperado para una maldita docena de tanques Leopard 2 más de un año, y para unos pocos F-16, dos años y medio”, dice. “Aquí no medimos el tiempo en minutos, sino en vidas de ucranianas. Algunos empiezan a pensar: ‘igual nos han engañado con la pertenencia a la UE o a la OTAN’”. 

Señala los territorios de Lugansk y Donetsk en un enorme mapa de Ucrania de su despacho. “¿Qué hicieron los rusos cuando entraron allí? Movilizaron a todos los hombres de la región y los mandaron al frente.Si Ucrania cae, ustedes los europeos tendrán a unos cuantos millones de hombres ucranianos que Rusia mandará al frente en Polonia o en los países Bálticos. Nosotros tampoco creímos que fuera posible”, advierte. 

Coches de Noruega

Un grupo de jubilados noruegos entrega a varios soldados ucranianos camionetas donadas que han traído desde Noruega. 2.300 kilómetros. “Hemos entregado en total unos 160 en varias tandas”, comenta uno de los voluntarios a este diario. 

Al comienzo de la invasión a gran escala, una ola de solidaridad recorrió Europa. Miles de ciudadanos enviaron comida, medicinas u otros materiales básicos a Ucrania. Algunos los transportaban por sus propios medios, desde ciudades a miles de kilómetros de distancia

Ahora, casi 1.000 días después del comienzo de la invasión a gran escala de Ucrania, el objetivo es mantener ese apoyo popular para completar las decenas de miles de millones que llegan directamente al Gobierno o al Ejército de Europa y Estados Unidos. El presidente, Volodímir Zelenski, ha abierto una plataforma de donación, United 24. Lleva recaudados más de 700 millones de euros. Se pueden “apadrinar” las iniciativas: contribuir para la fabricación de robots de combate o para material de desminado. Emula el espíritu del Spitfire. La guerra promete ser larga y harán falta muchos recursos y apoyo popular.

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