Los fichajes de Flick: Szczesny, Fermín, Dani Olmo, Gavi…

Los fichajes de Flick: Szczesny, Fermín, Dani Olmo, Gavi…

En pocos días, Hansi Flick tendrá cuatro nuevos fichajes. Uno es de emergencia porque la gravísima lesión de Ter Stegen hizo a Wojciech Szczesny descolgar los guantes de su armario –estaba ya jubilado en Marbella- para volver a la elite por la puerta de emergencia. "Estoy preparado, ya estoy a punto tras estas dos semanas", ha dicho el meta polaco a TV-3.

Y los otros tres refuerzos proceden de la enfermería, Un lugar que irán abandonando de forma progresiva. Tal vez sea Fermín el primero en hacerlo, seguido de Dani Olmo –el gran fichaje del verano, con una inversión de 55 millones de euros- y la deseada reaparición de Gavi, que lleva 11 meses de baja. 

Tras una etapa de enorme precariedad en la que han llegado a coincidir hasta ocho piezas valiosas de la plantilla lesionados, Flick comienza a rearmar a su equipo de cara a una semana diabólica (Sevilla, Bayern Múnich y Madrid en apenas seis días) que medirá, y ya con toda precisión, la salud y fiabilidad deportiva de su proyecto.

Szczesny se pone los guantes

"Te has tenido que retirar para jugar en un grande", le dijo esta semana Cristiano Ronaldo a Szczesny, el nuevo portero azulgrana, en presencia de los hijos de este que reclamaban autógrafos y fotos a la estrella lusa. Y el grande es, obviamente, el Barça, lo que provocó una enorme indignación en el mundo juventino porque CR7 no dio esa consideración a la ‘Vecchia Signora’ que tuvo como guardián al polaco.

En apenas una semana y un día el Barça halló una solución rapidísima al enorme agujero dejado por la rodilla rota de Ter Stegen. Encontró, vía Lewandowski -fue el ‘nueve’ polaco el primero en llamar a Szczesny-, al meta con sus niños en Marbella, disfrutando de la pizza, su comida favorita, y de la cerveza, su bebida favorita. Ahora ya no puede comer ni beber eso. 

"Si juego o no es decisión del míster, pero a nivel mental ya estoy preparado", ha declarado el exportero de la Juventus, postulándose para la titularidad. "Me he entrenado bien estas dos semanas para estar a punto", ha recalcado Szczesny.

El último partido jugado por el polaco se remonta al pasado 21 de junio con Polonia en la Eurocopa

El fútbol de elite le ha abierto una puerta inesperada. Flick no se lo llevó ni a Vitoria porque necesitaba tiempo para adaptarse, al tiempo que mantenía su confianza en Iñaki Peña. Ahora le toca decidir al técnico alemán quien será el portero titular del Barça.

Y el elegido, si no hay cambios, sería Szczesny, experto (34 años), con oficio tras su paso por grandes clubs (Arsenal, Roma y Juventus), al que no le ha dado tiempo para que caiga demasiado polvo en sus guantes. El último partido que jugó el pasado 21 de junio en aquella derrota de Polonia ante Austria (1-3). Hace ya casi cuatro meses.

Fermín, visto y no visto

Apenas lo ha tenido Hansi Flick. Llegó tarde porque tuvo Eurocopa (campeón) y Juegos Olímpicos (medalla de oro). Y cuando llegó entró tres ratos saliendo siempre desde el banquillo. Apenas 27 minutos ante el Athletic, solo uno en Vallecas contra el Rayo y 29 en la cómoda goleada sobre el Valladolid.

Luego, parón de septiembre. Fue convocado por la selección sub-21 en una decisión que provocó la primera confesión autocrítica de Flick, quien luego explicó que había "cometido un error" porque no informó a Santi Denia, el seleccionador español, de la necesidad que tenía el joven futbolista (21 años) de tener descanso.

Tras ganar Eurocopa y medalla de oro olímpica con España, el andaluz solo ha jugado tres ratos con el Barça. Apenas 57 minutos

Un descanso necesario para un centrocampista que tuvo un Erasmus en la Eurocopa y se transformó después en la estrella de la España olímpica. No tuvo tregua el andaluz. Y sus músculos le enviaron la primera señal en forma de lesión. El cargado verano, y sin pausa alguna, se había cobrado la factura. 

Por eso, Flick va con tiento en el retorno de Fermín, quien ya ha entrenado esta semana con el grupo, último paso antes de formalizarse su reaparición. Tal vez, unos minutos el domingo ante el Sevilla.

Dani Olmo, fugaz efecto inmediato

No existen precedentes en el Barça de un aterrizaje como el del exjugador del Leipzig. Y eso que necesitó esperar a que el club encontrara la vía legal necesaria para poder inscribirlo en LaLiga. Apareció en la segunda mitad de Vallecas para dar un triunfo valioso al equipo de Flick. Debut y gol. Mejor entrada era imposible.

Así continúo luego participando con otro tanto en el 7-0 al Valladolid dejando la certeza de que multiplicaba el rendimiento de todo aquel que tenía a su alrededor. Estaba en racha como demostró en Montilivi firmando el 0-3 del Barça (m. 47), recién iniciada la segunda mitad con el Girona.

Pero poco después (m. 61) se tiró al suelo, levantando la mano porque había sufrido una lesión muscular. De nuevo, y como ya le había sucedido en la Bundesliga la pasada temporada, regresó Olmo a la enfermería.

Empezó como un trueno: tres partidos de Liga, tres goles. Pero su lesión muscular en Montilivi frenó tan asombrosa inserción

Pero su hoja de servicios era espectacular: tres encuentros, tres jornadas de Liga, tres goles. Ni siquiera ha debutado aún en la Champions castigado por esa lesión en el bíceps femoral del muslo derecho, que le debía tener entre cuatro y cinco semanas de baja.

Ocurrió ese percance el pasado 15 de septiembre, por lo que Flick confía en tenerlo a punto para esta semana delicada en la que el Barça retorna a la competición. Aunque la entrada en el equipo sea de forma gradual ante Sevilla y Bayern dejando así que Olmo esté en su plenitud en el clásico contra el Madrid (26 octubre, lo que implicaría un mes y 11 días después de que pidiera el cambio en Montilivi).

Gavi, 11 meses "sin corazón y sin patas"

Tres jugadores del Barça han sufrido una de las peores lesiones que se pueden tener: rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla. Gavi fue el primero (noviembre 2023), después le tocó a Marc Bernal (agosto 2024) y, finalmente, a Ter Stegen (septiembre 2024) están unidos por esa terrible lesión.

Al joven andaluz se le desgarró la rodilla derecha en Valladolid jugando con la selección española, provocando en el Barça de Xavi un profundo sentimiento de orfandad. “Gavi es un corazón con patas”, llegó a decir el técnico de Terrassa, desprovisto su proyecto de ese futbolista dinámico, lleno de talento, que dotaba de un aire superior al juego azulgrana. 

Se quedó sin Gavi. Y España tampoco lo tuvo en ese verano mágico que vivió la selección. Lleva ya varias semanas trabajando como uno más, pero todavía no ha recibido el alta médica, por mucho que cada día que pisa el césped de la ciudad deportiva de Sant Joan Despí invite a ponerlo al domingo siguiente en Montjuïc.

Pero Flick, consciente de que son ya 11 meses de ausencia del fútbol, va con extremo cuidado, por mucho que el cuerpo y la mente de Gavi le hagan sentir ya como si nada hubiera pasado. Los médicos también son prudentes, a pesar de que el andaluz ya jugó hasta la pasada semana un partidillo de entrenamiento donde se comprobó que está como estaba. O sea que es (y será) lo que fue.

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