Diálogo con otras autonomías para hacer un frente común contra el cierre de las centrales nucleares en España. Ese es el mensaje que lanzó ayer el director general de Energía y Minas, Manuel Argüelles, en el programa matinal de ‘À Punt’. Allí, en relación al debate abierto en los Premios Levante-EMV 2024 por Carlos Mazón sobre evitar la clausura de las instalaciones de Cofrentes en 2030, el responsable energético del Consell aseguró que el presidente de la Generalitat “ya ha conversado con los factores industriales” y empresariales y que, el siguiente paso, “es hablar con otras comunidades autónomas” como Extremadura, Castilla-La Mancha y Cataluña. Todo para, posteriormente, “sentarnos con el Gobierno”.
Y es que en una intervención en la que señaló que “retrasar o suspender el cierre de Cofrentes requiere hacer muchos números” y donde pidió “dialogar sin dogmatismo”, Argüelles también reconoció que la decisión o el debate abierto por el Consell aún no se ha comunicado por escrito o formalmente al Gobierno central. Eso sí, tiene claro que “bien junto a otras comunidades autónomas o solos, lo hablaremos con el Ministerio”.
Rechazo de la patronal de las renovables
Sin embargo, no todos los actores energéticos en la autonomía apoyan la visión de Mazón. Porque el presidente de la asociación de empresas de energías renovables y otras tecnologías limpias de la Comunidad Valenciana (Avaesen), Marcos Lacruz, se posicionó en contra de ampliar la vida útil de Cofrentes, a diferencia del clamor general a favor de Cámara, la patronal CEV, AVE o las industrias intensivas en energía. El dirigente de la patronal de energías limpias, que aglutina los intereses de 160 empresas asociadas, sostiene que Europa “tiene un problema de autosuficiencia energética y necesita fuentes no contaminantes”.
En su opinión, a medida que ha avanzado el desarrollo de las energías renovables en España, incluida la Comunidad Valenciana -aunque mucho menor que en el resto del Estado- se ha puesto de manifiesto que la producción de energía solar o eólica, entre otras, es “más barata, eficaz contra el cambio climático y cien por cien autóctona”. En este sentido, Lacruz destaca que la planta de Cofrentes produce el 45 % de la energía de la Comunidad Valenciana, “pero no es una energía limpia porque produce residuos que duran miles de años y, sobre todo, no es autóctona porque la aportación de uranio viene de fuera, sobre todo de Rusia, y no es barato". "Parece que no le salen las cuentas de los costes de explotación de las centrales nucleares de España”, puntualiza el máximo dirigente de Avaesen.
Planta fotovoltaica instalada en Xixona. / L-EMV
El presidente de esta asociación empresarial sostiene que la Comunidad Valenciana “debería hacer mucho más por tener una energía barata, limpia y autóctona”. Según Lacruz, “el debate sobre el futuro de la vida útil de Cofrentes debería abrirse dentro de dos años, cuando se desarrollen más las renovables en toda la Comunidad Valenciana”. Y recuerda que “en los últimos seis años no se ha hecho nada por el desarrollo de las renovables". "A la vista está el bloqueo en los expedientes de parques en este territorio”, lamenta.
Expedientes de renovables
Sobre este contexto, Argüelles comentó que durante el Govern del Botànic, es decir durante ocho años, se instalaron 105 MW. Mientras, el Gobierno de Carlos Mazón ha autorizado 1.100 MW en un año. Pese a ello, a fecha de hoy hay 560 expedientes pendientes, de los cuales 130 tienen autorización administrativa de construcción (pendiente de tramitación municipal), 35 están caducados o no han superado trámite de construcción y 399 se encuentran proceso de autorización administrativa de construcción.
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