Todavía no suenan, pero las aguas están revueltas en el PSOE. El adelanto del Congreso Federal ha trastocado las agendas de las ejecutivas regionales, que tendrán que someterse de nuevo al dictado de las bases para ratificar su liderazgo. Y en el caso de Extremadura, cuando ni siquiera ha pasado un año de la anterior renovación.
Pedro Sánchez disponía hasta otoño de 2025 para convocar el 41 Congreso Federal, pero ha decidido acortar los plazos y que la gran cumbre de los socialistas se celebre del 29 de noviembre al 1 de diciembre en Sevilla. El objetivo: rearmar el partido de cara al próximo ciclo electoral (que se iniciará, salvo adelanto en Andalucía, en junio de 2026) tras la división y las críticas que entre los barones han suscitado temas como la reforma del sistema de financiación autonómica o el concierto catalán.
En este cónclave, Pedro Sánchez (único candidato) revalidará su liderazgo al frente del partido y renovará los órganos de dirección, el ideario y los estatutos internos. Después, el proceso se completará con la convocatoria en cascada de los sucesivos congresos regionales, provinciales y locales, debilitados en muchos casos tras el descalabro que supusieron las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023 para el PSOE.
Antes de 90 días tras celebrarse el congreso federal, según los estatutos, los comités regionales tendrán que convocar sus respectivos congresos para elegir a los nuevos secretarios regionales. La fecha tope es el 23 de febrero de 2025 y para los provinciales y locales, el 30 de junio. Miguel Ángel Gallardo, por tanto, tendrá que volver a presentarse como candidato si quiere continuar al frente del PSOE en Extremadura.
Respaldo del 56%
Pueden darse dos escenarios: que todo transcurra como un mero trámite para ratificarse en el cargo tras apenas ocho meses, o que, ahondando en la división interna que todavía persiste, surja un nombre alternativo que obligue a convocar primarias. «Yo, honestamente, no las veo, pero en cualquier caso si las hubiera estoy preparado», respondió el propio Gallardo a esta cuestión tras conocerse, a primeros de septiembre, el adelanto del Congreso Federal. Dejaba claro ya que volverá a presentarse, reiterando además que tras haber renunciado al «confort» de la alcaldía, su objetivo es llegar a ser presidente de la Junta.
Fue el pasado mes de marzo cuando Gallardo tomaba las riendas del partido para suceder a Guillermo Fernández Vara tras 15 años en el cargo. Lo hacía en un congreso extraordinario celebrado después de unas primarias cuyo resultado puso de manifiesto la división existente en el seno del partido: el exalcalde de Villanueva de la Serena y presidente de la Diputación de Badajoz logró un respaldo del 56,2% frente al 42,8% de su contrincante, Lara Garlito, que incluso logró imponerse en la provincia de Cáceres. Entonces la dirección nacional no se decantó por ninguno de los candidatos, aunque sí se consideró a Garlito la aspirante ‘oficial’ por ser mano derecha de Fernández Vara en el partido.
Ahora sin embargo, desde Ferraz se oyen voces críticas hacia Gallardo, tanto por sus reiteradas ofertas de diálogo a la presidenta de la Junta, María Guardiola (para negociar la financiación autonómica en Madrid primero y para pactar los presupuestos después), como por haber elevado el tono contra el cupo catalán. Habrá que esperar a la celebración del comité federal, pero lo cierto es que a nivel nacional se lleva especulando ya semanas con que Ferraz estaría moviendo los hilos para promover esa candidatura alternativa.
"Maniobras" de Ferraz
Gallardo estaría en la cuerda floja junto a los líderes del partido en Madrid, Aragón y Castilla y León, toda vez que la celebración del congreso en Sevilla se ha interpretado como un espaldarazo al andaluz Juan Espadas.
Desde Castilla y León, donde el Comité Federal de Ética y Garantías ha suspendido el proceso de primarias (deben celebrarse tras el comité federal, nunca antes), Luis Tudanca ha asegurado en una entrevista en Onda Cero que «se han dado pasos para debilitar y desestabilizar» los liderazgos de estas federaciones autonómicas. Unas «maniobras inéditas» que Tudanca atribuyó al entorno de Santos Cerdán, secretario de Organización, y la Secretaría General que ostenta el propio Pedro Sánchez.
De momento, la respuesta de la federación extremeña ha sido celebrar, el pasado 21 de septiembre, un acto público en Miajadas donde Guillermo Fernández Vara y Juan Carlos Rodríguez Ibarra arroparon a Gallardo. El objetivo: exhibir unidad en torno al nuevo líder, defender la autonomía de la federación socialista extremeña y visibilizar el respaldo de los expresidentes a las críticas del secretario regional frente al cupo catalán. Gallardo, que encabeza la delegación extremeña que acudirá al congreso federal de Sevilla, ha dado su aval a Pedro Sánchez para que siga siendo secretario general del PSOE.