La mamografía no tiene muy buena fama, porque puede resultar molesta, pero es un auténtico regalo de la ciencia por las muchas vidas que salva cada año del cáncer.
Es tan importante hacerse la mamografía que sus beneficios, en una valoración teórica, arrojan un dato impresionante:
Se trata de una radiografía simple (rayos X), en la que se observa todo el tejido mamario y que tiene el objetivo de encontrar (en el caso de que existan) indicios de cáncer de mama en sus etapas iniciales.
De hecho, su importancia radica en que es capaz de detectar un cáncer, incluso, hasta tres años antes de que se pueda manifestar físicamente. Es por ello por lo que los expertos insisten en que se debe hacer en los plazos indicados, sin fallar nunca a esta cita.
Y, como explica la doctora María José Echarri, del Servicio de Oncología de Mama del Hospital Severo Ochoa de Leganés:
El cáncer de mama es una enfermedad que tiene más probabilidad de aparecer con los años, tal y como indica esta la doctora Echarri, ya que se da sobre todo en mujeres menopáusicas. La razón es que:
Pero, ¿por qué nos debemos esta prueba exactamente a partir de los 50 años?
Simplemente porque la epidemiología ha demostrado durante mucho tiempo que es a partir de esa edad cuando se concentran la mayoría de los casos.
La mamografía es una radiografía simple del tejido mamario con el que encontrar indicios de cáncer en sus etapas iniciales.
Esta prueba se enmarca dentro los programas de detección precoz de cada comunidad autónoma.
Unos programas de screening (cribado), que pretenden "beneficiar" al mayor número de personas que están en riesgo. Todo ello a través de "una prueba factible, fácil de hacer y barata" como es la mamografía.
No obstante, al ser un programa que es gestionado de manera diferente por cada Comunidad Autónoma, los rangos de cribado difieren entre ellas.
Por eso algunas Comunidades Autónomas están adelantando la edad a la que recomiendan comenzar a hacerse mamografías.
En concreto hay 5 que avisan a las mujeres cuando acaban de cumplir los 45 años, y son:
Andalucía empieza a cribar a partir de los 47 años.
El resto de comunidades autónomas siguen estableciendo los 50 años como la edad de inicio.
Gracias a que esta prueba se encuentra dentro de los programas de detección precoz del SNS, las mujeres que cumplen los 45, 47 o 50 años (según la CC. AA) reciben automáticamente una citación. Comunmente a través de una carta.
Sin embargo, si existen antecedentes familiares, sobre todo de primer grado (madre, hermana), ese cribado se adelanta a los 40 años y la citación no es automática.
Por eso, aunque no esté dentro del programa automático, "la persona que tenga antecedentes familiares debe acudir a su ginecólogo para que éste le solicite la mamografía", expresa la oncóloga.
Y aunque también existen casos de cáncer de mama en hombres, este cribado no los contempla, puesto que, como comenta Echarri, se da 1 caso en hombres por cada 200 en mujeres.
"Hay que tener en cuenta que los varones prácticamente no tienen tejido mamario. Esto hace que sea muy fácil y visible localizar un posible tumor", especifica.
Cada 200 casos de cáncer de mama en mujeres, se da uno en hombres.
Al igual que ocurre con otras pruebas médicas, es normal que se pueda estar un poco nerviosa en la primera mamografía. Sobre todo, cuando hemos escuchado a otras familiares y conocidas quejarse de lo molesta que es esta prueba.
No obstante, la doctora Echarri intenta calmar estas inquietudes asegurando que no duele.
¿Cómo es el procedimiento?
Para evitar que pueda ser más molesto de lo que debería, los expertos recomiendan no acudir en la semana previa a la menstruación o mientras se tenga, ya que las mamas pueden estar sensibles al tacto o hinchadas.
Antes del descubrimiento de los rayos X, la mayoría (por no decir todos) de los cánceres de mama solo podían detectarse cuando se habían vuelto lo suficientemente grandes como para ser "palpados" o sentidos durante un examen físico. Y de esto hablamos de hace cerca de 100 años.
Sin duda, los dispositivos con los que conseguir una mamografía han cambiado mucho, según señala Echarri.
En la última década hemos pasado de tecnologías poco resolutivas, como sucedía con los primeros mamógrafos y películas, a la implantación de la mamografía en 3D, entre otras novedades.
De hecho, Echarri habla de la tomografía como uno de los grandes avances en este terreno. Parecido a la Tomografía Axial Computarizada (TAC), este procedimiento con imágenes usa un equipo especial de rayos X para crear imágenes o exploraciones detalladas de regiones internas del cuerpo.
Aun así, esta oncóloga defiende que, en la actualidad, no existe nada que sustituya a la mamografía como primer paso en el diagnóstico precoz del cáncer de mama.